El exgobernador César Duarte reactivó sus redes sociales que utilizó durante su mandato con el objetivo de emitir posicionamientos y defenderse de las acusaciones que enfrenta.
A través de un mensaje publicado en su cuenta de Facebook, explicó que el objetivo no es politizar, sino defender a su familia y ejercer su derecho de dar su versión.
“Estoy de regreso. Después de casi nueve años de silencio en este espacio, vuelvo. No por un impulso, ni como reacción. No para politizar, sino para defender a mi familia y recuperar el derecho de contar mi versión, de que se sepa la verdad. Vuelvo por convicción. Porque tengo el derecho –y el deber– de defenderme públicamente, con la verdad en la mano, con la misma firmeza con la que he enfrentado los procesos legales”, escribió.
Sin mencionar el tiempo que estuvo detenido en Estados Unidos y después en México para enfrentar cargos por corrupción, señaló que estuvo alejado confiado en la justicia mientras se construyó una narrativa en su contra por parte de un hombre “enfermo”, aludiendo al ex gobernador Javier Corral.
“Durante este tiempo, me alejé por respeto a las instituciones, confiando en que el curso de la justicia hablaría por sí solo. Pero no fue así. Porque mientras yo callaba, otros construían una versión incompleta y falsa. Durante años se construyó una narrativa que solo sirvió para que un hombre enfermo de poder llegara a gobernar el estado”, señaló.
En la misma cuenta cuestionó los logros de Corral como gobernador.
“Hoy, les pregunto ¿Qué hizo ese hombre por Chihuahua? ¿Cuál es el balance de su gobierno? Dedicó toda la fuerza del estado y toda su energía a una venganza personal que, hoy, se le cae a pedazos con evidencia. Incluso, como lo compartimos ayer en medios, una corte de Estados Unidos está desmantelando esta farsa por falta de pruebas. Hay que decirlo claro: La llamada “Operación Justicia para Chihuahua”, impulsada por Javier Corral, fue una persecución política disfrazada de justicia. A partir de hoy, este será un canal para compartir hechos, resoluciones y pruebas que no han tenido espacio en la narrativa pública. Es tiempo de decir la verdad. Y sí, hoy y siempre… ¡Qué el cielo bendiga a Chihuahua!

