Al secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz Morales, le ganó la desesperación y le entró a la grilla política tirando hate para rechazar las acusaciones que le realizó el senador Juan Carlos Loera, por la negligencia que cometieron los agentes preventivos bajo sus órdenes, que terminaron con la muerte del pastor Mauro Cabaña Arámbula a manos de un hombre que, en vez de ser llevado a la Fiscalía de Distrito Norte, fue entregado amarrado a la congregación religiosa que presidía la víctima.
Curiosamente, se defendió desde la comodidad de su escritorio, ahí donde tiene a San Judas y quién sabe si a la Santa Muerte, y la que pocas veces deja para salir a patrullar la ciudad, y destacó que fue criticado también desde un escritorio. Quizás lo hizo desde la comodidad de su mansión en Misión de los Lagos, ahí donde en sus tiempos vivió Amado Carrillo y donde su hijo patina y se avienta ceros a toda velocidad una camioneta de más de dos millones de pesos, molestando a los vecinos.
Su área de Comunicación Social envió la noche del jueves un comunicado donde le atribuyen declaraciones políticas; quizás ni las dijo él, quizás salieron de la oficina del alcalde Cruz Pérez Cuéllar porque son una diarrea verbal similar a cuando el presidente municipal patalea y llora cuando le van mal las cosas y cada que ve las encuestas donde va abajo.
Muñoz Morales afirmó que el senador desconoce la realidad diaria que enfrentan los agentes, quienes atendieron un reporte crítico de un hombre desnudo en un parque y no de un hecho delictivo. Olvidó que sus mismos agentes ya habían detenido a la misma persona por agredir a un perro. Los mismos activistas defensores de los animales señalan esa versión y replican fotos de los agentes atendiendo el caso en el que omitieron llevar a la persona a Fiscalía y esta al sistema judicial, que es el facultado para declararlos inimputables y canalizarlo a otras instituciones para su atención. La omisión costó la vida al pastor Mauro Cabañas y la molestia de la comunidad evangélica a la que no han dado una respuesta satisfactoria.
Muñoz también retó a Loera a salir a las calles a atender la inseguridad de la ciudad, algo en lo que quizás tenga la razón, pero luego no le va a gustar cuando le exhiban otra vez a la Policía Municipal protegiendo la venta de droga en los baños de los bares y en el crimen organizado. Tampoco que los sorprendan asaltando a los obreros durante la época en la que se pagan los aguinaldos.
“Si el senador quiere ayudar, que deje de buscar pleitos mediáticos y empiece a trabajar. Menos declaraciones desde la comodidad de una oficina y que salga a las calles a conocer de lleno las necesidades reales, más resultados para los juarenses y menos reflectores para el protagonismo”, declaró.
Muñoz Morales, mejor debería poner a disposición de Asuntos Internos y de la Fiscalía a los agentes omisos y negligentes, porque quien haya dado la orden de canalizar al homicida a la congregación religiosa donde mató al pastor, sin duda cometió una negligencia que, por cierto, la Comisión Estatal de Derechos Humanos investiga ya. ¡Así las cosas en Juaritos!

