
Ni Armando Cabada, ni Benjamín Carrera, ni Marco Quezada, ni Miguel La Torre, ni otros que suspiraban por la Delegación de Programas Federales de Bienestar en el estado fueron considerados siquiera para ese cargo. La elegida fue la ex diputada Mayra Chávez quien recibió el nombramiento de la presidenta Claudia Sheimbaum directamente. Claro, impulsada por Ariadna Montiel que requiere en esa posición alguien que le ayude a reforzar la estructura de servidores de la Nación que también sirve para cooperar políticamente y acarrear el voto popular. Para nadie es un secreto en Chihuahua que Ariadna Montiel buscará en el 2027 la gubernatura de Chihuahua. Mínimo barajará entre sus cartas a Cruz Pérez Cuéllar, rival político de Juan Carlos Loera a quien la secretaría de Bienestar expulsó de su grupo político tras una serie de traiciones que tienen que ver más con lo sentimental que lo político. Fuera de ahí, Ariadna no tiene corcholatas fuertes, más que ella misma. Andrea es corcholata de Augusto López a quien también ya sirve Loera y difícilmente apoyará las aspiraciones de la senadora. Por eso eligió a Mayra Chávez. Ella es ex priista incorporada a Morena, incluso como consejera,y es experta en el marketing político al estilo del viejo PRI que Morena utiliza tanto en sus procesos internos como externos. Le garantiza a Montiel desde la delegación de Bienestar recuperar terreno político e incluso ganar la gubernatura. No importa que sea chapulín del Bienestar.