
Donald Trump arrasó en las elecciones de Estados Unidos y si triunfo incluyó el Senado lo que le da más poder que nunca. Lamentablemente apunta su política hacia los migrantes y México lo que despierta la preocupación de los organismos derechohumanistas y de los sectores económicos. Y no es para menos. Ya la cadena de noticias CNN alertó que los aliados de Trump y algunos miembros del sector privado se han estado preparando discretamente para detener y deportar masivamente migrantes. Se habla de un millón de personas a partir de enero. Trump, lo confirma. Dijo este jueves en entrevista con NBC News que el plan de deportación masiva se mantiene. “Tenemos que hacer la frontera fuerte y poderosa. No es una cuestión de precio. En realidad, no tenemos elección. Cuando la gente ha matado y asesinado, cuando los capos de la droga han destruido países, y ahora van a volver a esos países, porque no se van a quedar aquí. No hay precio”, aseguró. Donald Trump obviamente no asume la responsabilidad de Estados Unidos en temas de narcotráfico, migración y crisis económica y se decanta por medidas fascistas y esta considerado si deportar a los inmigrantes que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como Dreamers o soñadores. Dice CNN que una decisión así implicaría un giro de 180 grados al apoyo bipartidista del que han gozado los dreamers en Estados Unidos, a quienes el presidente Barack Obama protegió con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que Trump intentó echar abajo en su primera administración (2017-2021). El panorama no es alentador y desde ya México y Latinoamérica se deben preparar para esos escenarios y generar políticas humanitarias para la crisis que pudiera generarse.