
En la prisa por echar a Andrés Domínguez Alderete de la Operadora Municipal de Estacionamientos de Juaritos, el alcalde Cruz Pérez Cuéllar pasó por encima de los morenos de hueso guinda que se sienten con derechos sobre cualquier otro militante de Morena y más aún si viene de cualquier otro partido.
Por eso hubo molestia con la designación de Jaime Flores quien a los cuatro vientos se la paso gritando el año pasado que seguía siendo del PRI. Y tan sigue siendo tricolor que el mismo Alex Domínguez y la regidora Mireya Porras no lo echaron del partido después de aquel apoyo público al Crucismo y de haber estado 3 años como aviador en el DIF municipal donde ahora tiene su nidito la familia Enriquez, padre, hijas y nietas, por la gracia del presupuesto.
Los primeros en sobarse el dolor fueron los regidores Patricia Mendoza y Jose Mauricio Padilla, quienes lamentaron la salida del Andrés, integrante de aquel Gobierno Legítimo y fantasmal de López Obrador del que nació Morena. Pero lo hicieron después de votar a favor del cambio, así que se vieron medio hipócritas. De Mireya Porras la líder del PRI, pues ni se asomó por la sesión de Cabildo, se reportó enferma y sin internet.
La OMEJ era considerada una pequeña y jugosa posición de Morena. También es tradicionalmente la caja chica de cada Administración y en la de Cruz hasta con casa de cambio en El Chamizal salió. Por cierto, nadie cree que el Bayo Valenzuela vaya a proceder en contra de algún crucista. No lo hizo contra ningún funcionando de Cabada ni teniendo dos casas en El Campestre, menos contra Andrés con su casita en El Chamizal.
Lo más seguro es que el relevo fue un pago de factura y la necesidad de aplacar al Pañalito, el regidor Tony Domínguez que ya se creía hasta alcalde y diputado para emitir licencias de manejo permanentes. En fin, cosas de Morenos y priístas.