
El comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño se salió con la suya. Un juez federal le concedió la suspensión condicional y fue liberado del proceso penal que pesaba en su contra por la muerte de 40 migrantes y las lesiones por fuego a 27 más el pasado 27 de marzo del 2023 en la estación migratoria del puente Lerdo, en Juárez, que funcionaba como cárcel anticonstitucional.
Ni las exigencias de todas las organizaciones de derechos humanos en el país fueron escuchadas por el juez, menos por Claudia Sheinbaum que le mantiene en el cargo y evidencia con este caso que mantiene un pacto de impunidad con Andrés Manuel López Obrador. Gastaron hasta millones de pesos en viáticos para que el comisionado siguiera este proceso, más bien simulación.
La única sanción que tendrá Garduño, será cumplir con una serie de requisitos, entre ellos una disculpa pública, vivir en el mismo domicilio, tomar cursos de derechos humanos, entre otros. O sea nada.
Después de esta burla a la justicia y de reafirmar la impunidad que vive México, Garduño tendrá dos alternativas, una seguir en el carro y otra, irse a vivir en el rancho La Chingada con AMLO. Y decirnos que tendrá él, porque Claudia no tomó la decisión en favor de la justicia. Sentaron un precedente más de impunidad en el país.