
Canaco sigue convertida en un campo de batalla en el que los mismos empresarios señalan que está metida la mano del alcalde Cruz Pérez Cuéllar y su intento de tomar el control del organismo.
El enfrentamiento se reaviva por la cercanía de la elección interna en la que Elizabeth Villalobos buscará la reelección por un año más. A la actual presidenta le impidieron modificar los estatutos para crear un órgano electoral y general reglas que algunos le señalan como un traje a la medida para reelegirse. Pero los intentos por tumbarla no paran ahí.
Otra batalla más se dió al interior de la Canaco el lunes en su pasada reunión de Consejo en la que se presentó Matias Prieto, el líder de la mafia que controla el transporte de personal en la frontera y a alrededor de 300 taxistas. A estos últimos Rogelio Ramos intentó incorporar de última hora como socios de Canaco solamente con él pago de 300 pesos y sin ser empresarios. Necesitaban su voto para controlar el organismo pero no pudieron registrar como socios ya que ni el pago mínimo de 1800 pesos pudieron hacer.
En el escenario del enfrentamiento aparece Raymundo Domínguez, antes aliado de Villalobos, quien no esperó los tiempos para buscar la dirigencia y no tiene los votos de los empresarios. Las cadenas principales de tienes de supermercados ya se los negaron, así que no tiene nada que hacer. También está en las trincheras peleando Iván Pérez quien fue el protagonista principal el año pasado al ser identificado como el delfín de Cruz Pérez Cuéllar.
Matías Prieto se presentó a la sesión del Consejo en la que reclamó el bloqueo a la incorporación de los 300 taxistas. Matías es señalado de ir con personas con aliento alcohólico y con guardias armados, aunque llegó solamente acompañando a Iván Pérez y se enfrasco en un enfrentamiento verbal con Villalobos en el que la señora terminó por apaciguar. Sin embargo, Eleno el bueno Villalba, metió su cuchara y echó un galón de gasolina señalando a Iván Pérez de instigador y litigar en Canaco cuando debiera hacerlo en los juzgados.
Eleno Villalba le dijo que no se les afilió por que no cumplen con los requisitos para estar en Canaco, ya que es para comerciantes, no para asociaciones, ni gremios o sindicatos y nuevamente se reavivó la discusión en la que Matías lo retó a golpes, eso cuentan, pero fueron controlados por otros socios. Al final Iván Pérez intentó continuar con alegatos, pero se lo impidió una rechifla.
No cabe duda, Canaco será nuevamente el escenario de una batalla más del Crucismo. Probablemente pérdida. Los empresarios han sido castigados por el alcalde este año con aumentos en Predial y en las licencias, una ciudad sucia, inseguridad y muerte. La elección en Canaco puede ser un termómetro que le muestre esa cruda realidad que sus asesores le pintan de color rosa y guinda.