
El fiscal Abelardo Valenzuela en Juaritos tendrá que cambiar su mote de El Bayo por el de uno más apropiado como la tortuga o el caracol por la velocidad con la que está atendiendo las investigaciones de corrupción en la frontera, particularmente denuncias contra Armando Cabada y Cruz Pérez Cuéllar por las que cada año hay partir un pastel y celebrar un cumpleaños.
Pero no hay que confundir, el fiscal si está chambeando, claro, selectivamente persiguiendo los centavos robados en vez de los cientos de millones. Ahí está el caso de Cynthia Ceballos que es una oveja comparada con una casa en El Campestre. También el más reciente que presentó ayer en la ciudad de Chihuahua para la prensa de la capital, porque evita la frontera por obvias razones, aquí no trabaja.
El miércoles, El Bayo dió a conocer que obtuvo la Fiscalía Anticorrupción de un juez una sentencia condenatoria en contra de María del Refugio Granados Galván, la supervisora Administrativa del Departamento de Personal Magisterial de la Secretaría de Hacienda, en tiempos del ex gobernador Javier Corral, hoy flamante senador plurinominal de Morena.
Granados fue encontrada culpable del delito de Peculado Agravado y según El Bayo, con ello se consiguió la reparación del daño por la cantidad de 4 millones 25 mil 720.79 pesos. Quien sabe si los haya regresado, no lo aclaro.
La corralista sentenciada, en febrero del año 2019 se endosó y cobró un total aproximado de 210 cheques de cuentas bancarias, propiedad de Gobierno del Estado de Chihuahua para generar pagos a personal del magisterio que ya habían causado baja de la nómina, una práctica al viejo estilo que recuerda el caso de las escuelas de Juaritos que recibieron millonarios subsidios entregados en cheques endosados a personas de dudosa procedencia para obras que evadieron licitaciones. Pero ahí no ve nada El Bayo, ni lo verá. En fin, podría ser justicia selectiva que se aplica solo para adversarios políticos y de ser así, es más de los mismos que el Corralato.