
Bien dicen que el que paga los mariachis pide las canciones. Así con una tronada de dedos desde Presidencia, dirigentes de Agrupaciones de Arquitectos , ingenieros mecánicos, civiles, mecánicos eléctricos, todos distinguidos por recibir espléndidos subsidios con recursos públicos, salieron debajo de las piedras para manifestarse en favor del puente de la Vicente Guerrero frenado por el Inah y la Secretaria de Cultura federal por atentar contra el Centro Histórico. Uno de los organismos, el Colegio de Ingenieros apenas el mes pasado recibió 2.2 millones de pesos de regalo para su famoso encuentro de ingenieros que resultó un dispendio en comidas y fiestas. Por eso, maiceados por Cruz, salieron a dar una conferencia de prensa donde argumentaron que la ciudad necesita infraestructura. Lo hicieron a hurtadillas en el edificio Sepia. En ningún momento mostraron en sus argumentos interés alguno por la defensa del patrimonio histórico y cultural de la ciudad. Solo la defensa de los intereses económicos propios. Se asumieron los motores de la planeación y el desarrollo urbano de Juárez, como si ese trabajo estuviera bien hecho y tragaron saliva cuando fueron cuestionados por los subsidios tan espléndidos que el Cabildo de Cruz Pérez Cuéllar les otorga y que obviamente influyó para que saltarán a defender a quien permitió la obra que atenta contra la ciudad. En contexto, ese proyecto siempre estuvo contemplado como puente subterráneo en el Plan de Convivencia ferroviaria. Por capricho de alguien en Ferromex a quien Cruz secundó, el Ayuntamiento permitió iniciar el proyecto. Pero olvidaron un detalle. No tenían permisos del INAH. El reclamo ciudadano fue escuchado por el senador Juan Carlos Loera quien logró a su vez que esas instancias federales intervinieran a tiempo. Lo que siguió es una campaña de linchamiento contra detractores del alcalde y de la obra con recursos públicos en redes sociales y con la conferencia de los colegios organizada y respaldada por el Municipio. Pero también les salió el tiro por la culata. El respaldo popular al freno de la obra, está en las mismas redes sociales del alcalde. Ni así asume Cruz que la ciudad se respete. Es malo para perder. Quizás el chaleco verde le sentará bien.