
Lo que le faltaba a Juaritos para que Netflix, el original, lo cuente. Encontraron un túnel en el Rio Bravo, en la frontera de Juaritos y El Paso en las narices de todas las autoridades de México y Estados Unidos que cuidan que no pasen los migrantes al vecino país.
Acondicionado hasta con electricidad, apuntalados sus muros con madera, era usado por el crimen organizado para transportar migrantes y seguramente drogas. El túnel puso en la mira a los empresarios de La Empresa, según las primeras versiones policiacas.
Ese es el grupo que saltó a la fama junto con el llamado 300s y es el mismo que desde hace algunos años encabezó una sangrienta disputa por este negocio que dejó cientos de muertos, quizás miles en las calles de Juaritos.
De antología fue ver ayer a los mandos mexicanos como Carlos Manuel Salas y uno que otro de la Guardia Nacional, en el lugar, poniendo la cara de que no sabían nada, de yo no fui. Imposible que no supieran, está a espaldas de la Equis.
Por eso la detección del túnel también pone en la mira a políticos que colaboran con La Empresa para sostener las redes que ha tejido. En la frontera hasta fotos hay de integrantes de esa organización departiendo con quienes tienen el mando en la ciudad.
Sus redes se han extendido al lavado de dinero e incluso el año pasado, no fueron pocas las voces que los ubicaron en la misma Feria Juárez haciendo negocios. Se les considera una filial del viejo Cártel de Juárez, pero están creciendo a nivel de cartel lo que detonó en Juaritos más violencia y delitos como el secuestro de migrantes. Con la mira en ellos de las autoridades estadounidenses, no se acaba La Empresa, no hay duda que seguirá creciendo.