
El caso del sacerdote Aristeo Baca cimbra de nuevo la frontera al fallar la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que el hombre sea juzgado nuevamente, pero con perspectiva de género.
El padrecito ya había sido condenado a 34 años de prisión, luego de haber sido declarado culpable por el delito de abuso sexual en perjuicio de una menor de edad que servía en la iglesia en que el sacerdote oficiaba misa. Lo señalan también de aprovecharse de la amistad que tenía con la familia de la menor.
Sin embargo, fue favorecido por las leyes del hombre ya que se encuentra actualmente con el beneficio de la prisión domiciliaria, mientras que un poderoso abogado que perteneció al gobierno de Armando Cabada lo sigue defendiendo y no solo el abogado, también un pecaminoso comunicador.
Todavía anoche, el comunicador, no periodista, hay que aclarar, en el chat político de Meridiano defendió que el sacerdote se quede en su casita y arremetió contra la organización Sin Violencia, defensora de la menor considerando que sus eventos son tendenciosos y dirigidos. El pataleo es Pecata minuta, defender a la niña víctima les ha costado a los activistas insultos también de quienes tienen fé ciega en el sacerdote, así que lo que diga don Paco también será ignorado y el sacerdote volverá a ser enjuiciado.
Claro está, la Ley de los hombres no es justicia suficiente para actos como el atribuido a Aristeo Baca, pero no todo se le debe dejar a Dios, los jueces tienen que hacer su chamba.