
En medio del huracán de aranceles casi pasa desapercibida una que puede considerarse buena noticia en la frontera de Juárez y El Paso. Y es que todo parece indicar que el Puente Internacional Córdova de las Américas, mejor conocido como Puente Libre, no será cerrado al cruce comercial como tenía previsto la Administración de Servicios Generales (GSA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos que argumentan motivos ambientales y ecológicos.
Las operaciones en las líneas comerciales debieron haberse clausurado hace 20 días pero hasta una inversión prevista en esta infraestructura por GSA fue retirada y reorientada a otros fines y por el momento seguirá operando. Así lo dió a conocer ayer aquí el delegado estatal de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), Marcelo Vázquez.
El motivo es muy simple, Donald Trump no cree en el tema ecológico y hasta abandonó el Acuerdo de París de cuidado del medio ambiente. Esa postura favoreció a no cerrar el puente a la carga comercial.
Lo malo ahora es que derivado de la guerra arancelaria, serán menos los camiones que lo utilicen y la cuestión ecológica seguirá de lado.