
Son muchos los diablos y poca el agua bendita, decía el dos veces alcalde de Juaritos, Teto Murguía a quien hoy se le recuerda en su primer aniversario.
Y sí, con poca agua bendita hizo más que el moreno independiente de Armando Cabada y más que el el ex panista, ex naranja y actual Verde Morena de Crucito, este último que con casi 10 mil millones de pesos, tiene cuatro veces más presupuesto que el que tenía Teto y aun así, su obra más grande es el distribuidor vial de la Talamas y un pinchurriento estadio al poniente de la ciudad que no termina de inaugurar. No hablemos de corrupción.
Las obras de los últimos 3 gestiones de alcaldes, no superan el Plan de Movilidad Urbana, el Camino Real, La Equis de Sebastián, el rescate del Centro Histórico que incluyó demoler giros negros de prostitución y desaparición de mujeres, el rescate del Monumento a Juárez, la Plaza Guadalupe, la gestión del tunel de la 16.
La lista de obras no termina e incluye haber dado un bajón con lo que ahora les falta de hombría, a la inseguridad con el teniente Leyzaola en la Policía Municipal, suficiente para sacar a Juárez de la lista de las más violentas del mundo. Épico fue cuando corrió a los federales de la frontera. Después de eso, gracias a la falta de capacidad (dejémoslo en ese término) de Cabada y Cruz, Juárez regresó a la lista de las más violentas del mundo. No le llegaron ni a los talones al buen Teto que antes de irse, provocó diarrea en Crucito con el petate de disputar la alcaldía o la Senaduría bajo la bandera del PT.
De haberlo hecho, Juárez sería otro, sin duda; Pero, el hubiera no existe, y a un año es notoria la ausencia política de Murguía Lardizabal. ¡Así las cosas!